Twelve! Empieza la función!

Antes dramaturga que escritora. Pero la escritura acaba donde empieza la interpretación y la interpretación donde la escritura. Ying-Yang. En constante movimiento. ¡Y me gusta!La naturaleza del propio ser cuesta mucho de ser comprendida por uno mismo. Pero cuando esto sucede acceptarse no cuesta nada. Por eso la frase de Sócrates "Cónocete a ti mismo" debería ser el título de una canción insignia de la adolescencia.... Cuando te conoces a ti mismo, todo fluye...En aquella época de los 76 empecé a escribir seriamente, pequeños relatos y dramas, que luego presentaba ante mi hermano, oyente, espectador y cómplice, y después, ocasionalmente ante mis padres, sobre todo en Navidad, donde presenciar una función era acto obligado en Noche Buena.Desde lo 6, 7 años solía escribir guiones para que los interpretaran los actores de mi propia compañía teatral (la primera que tuve), muñecas de papel con un fastuoso vestuario que representaban en una caja de zapatos que poseía grandes decorados. Todo fabricado por mi. Mi madre se lo enseñaba orgullosa y sorprendida a las amigas.Debió ser por esa época que empecé a decir que yo me dedicaría al teatro y a la danza.En la Escola Montserrat, que siempre llevaré en el corazón, las profesoras me animaban mucho, decían que tenía alma de artista, incluso convocaron una reunión con mis padres para encaminar mis pasos.Fue en 1971 que hice mi primera interpretación en "Els Pastorets", de la Escuela. Hacía de Pastora y sólo tenía una frase. Pero se ve que impresionó. Y a mi me impresionó lo que dijo la señorita Rosa: "Eres una actriz nata". Por su tono admirado sabía que era algo bueno, pero no entendía qué queria decir "nata". Así que lo pregunté en casa temiendo que la respuesta fuese algo relacionado con los pasteles. Pero no. La repuesta me tranquilizó del todo.Sobre los 10 años empecé a pedir aprender piano.Y a los 12 a la matraca se unió hacer teatro.Como nada de esto se producía me aislé más en la lectura que siempre me había acompañado desde que tengo uso de razón, en el cine y en la escritura. Como no podía tenerlos, creaba los universos en los que yo quería vivir. Como en aquella huida nadie me perseguía, era más que divertido, placentero y la fantasía no tenía límite. Demiurgo del propio universo en el que estás a salvo de toda hostilidad, de la incomprensión. Es el refugio. Así empieza todo.

(Posted in Litter Selenaia, April 19, 2006)