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viernes, octubre 11, 2013

¿Por qué escribo? ······· _Narrativa_

Para Cabaret Desire. Octubre de 2006


Esta pregunta dejé de hacérmela a los seis años. Fue por entonces cuando escribí mi primer relato, un cuento moralizante. El cangurito feliz. Tengo un recuerdo claro de su argumento, y hoy comprendo su trascendencia, ya que aquel canguro se iba de su casa porque no le querían, se perdía en la inmensidad del bosque, se mojaba en la lluvia, pasaba por todas las penalidades posibles, y finalmente, lograba regresar a su hogar, donde encontraba el amor que ignoraba poseer. Yo huía por la fantasía de una realidad que comprendía pero que no podía ni aceptar, ni cambiar.

Soñaba con vivir en un mundo bueno y lo escribía para conseguirlo. 
Hacia noviembre 2011
Pero llega un momento en la vida en que sus daños se convierten en fantasmas que te persiguen y te torturan. La única manera de exorcizarlos tal vez sea expulsarlos del alma. Por eso de nuevo la literatura habrá de acudir en pos del corazón roto, para recomponerlo.
Sí que es verdad que cada vez que he escrito teatro he dibujado corazones rotos. Sí que es verdad que cada vez que he escrito poesía me he sumergido en el dolor de la pérdida, la soledad, la incomunicación, el egoísmo, la maldad. 
Siempre he dicho que en mi literatura aparecía mi preocupación por las personas, sus sentimientos, y los perjuicios que podían sufrir por la mezquindad de otros y sus ambiciones mal entendidas, vicios, soberbias. Egocentrismo exacerbado, en definitiva.
Ahora, tras un período profesional pleno y feliz, en donde la escritura ha tenido mucho que ver, he decidido volcar mi dedicación absolutamente a la literatura.
¿Por qué? Ha costado mucho y nada. Desde el momento en que lo decidí ha resultado un proceso fluido y natural donde todo se ha confabulado para favorecer tal fin.
Así, Úna Fingal escritora, asume a Isabel Laso actriz y creadora escénica. Ella sigue danzando con las musas por ahí. Y Úna Fingal sigue la conexión para asegurar a ambas proseguir con el deber sagrado y felizmente contraído del bardo.
¿Faceta nueva? Ni mucho menos. Yo siempre he dicho que soy una contadora de historias. La manera en cómo son transmitidas ha dependido de cada momento existencial, los formatos que se ofrecen al creador son tan maravillosos que...¿Qué más da cuál se utiliza? Lo importante es transmitir al público la emoción precisa, permitirle soñar, provocarle sacudidas a su espíritu... Lágrimas, risas, brillo en los ojos y el corazón saltando. Ver cómo su alma queda elevada. Eso no tiene precio. Y es necesario poseer mucha vocación para saber disfrutarlo.
Dos cosas me dijeron de pequeña que no he podido olvidar:
Eres una actriz nata. 
Tienes talento para escribir.
¡Vaya!
Y así ha sido.
Este artículo lo he escrito impulsada por una única razón. Dejar claro quién soy y cómo soy y qué y quién ya era. Mucho antes de antes. Mi trayectoria es modesta, pero importante para mí. Me siento orgullosa de lo que he hecho hasta ahora, y a partir de ahora ya sigo andando por otro camino, que desde luego, no es el de la amargura.
Seguiremos informando.



  

martes, septiembre 17, 2013

"El viejo baúl" por Isabel Laso (Úna Fingal) ······· _Narrativa_ / _Club de Lectura_

El viejo baúl 
 
En un sótano del número nueve de la calle Taller encontré un viejo baúl. Yacía por completo abandonado bajo restos apenas reconocibles de atrezzo y bambalinas. Un telón raído con olor a moho lo cubría y un dorado cordón deshilachado servía de cierre. Allí estaba el baúl de los recuerdos, custodio de bellos sueños por siempre guardados.
Cuando abrí la tapa saltaron sobre mí siluetas borrosas al principio. Ansiosas por explicar sus historias me hablaban todas a la vez. Prometí escucharlas si me lo contaban por orden. Al saberse objeto de atención cobraron forma y sus figuras aparecieron hermosas. Y así me explicaron de sus idas y venidas, de sus avatares, de esos ojos ceñudos que a veces vislumbraban a través de lo que ellos denominaban, La Ventana, y de cómo habían ido a parar al baúl del olvido.
El cajón.
Me resultaron personajes muy agradables y los solté a través de la puerta, a los escalones del exterior. Solo tenían que subir para alcanzar el mundo y la libertad.
Tímidos, me miraban sin decidirse a avanzar por aquel tramo.
—Estáis preparados. Extendeos por el mundo en diáspora y cruzad el horizonte y más allá. Pues lo imposible ha dejado de serlo. ¡Habéis salido de vuestro encierro! ¡Lo habéis logrado!
Y entonces los vi irse, me decían adiós con la mano, o dejaban una suave sonrisa atrás, o no hacían ningún ruido, o seguían a los demás con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos.
Cerré la puerta, me di la vuelta, no quería verlos partir, pero deseaba su dicha. Y les oí repartirla en algarabía, sobre el cielo y la tierra y en el espacio que hay en medio, y los pájaros la dibujaron en las nubes y las rosas la escribieron en los jardines. Eran libres y todo el mundo lo sabía. Explicaban su historia una y otra vez. Y quien se cruzaba con ellos quedaba embelesado.
No pude reprimir echar una última mirada a través del ventanuco.
—Adiós —murmuré con la mano a medio levantar— dulce Sara. Hasta la vista, brujas pillinas. Alexander, mejor no te digo nada, pero te sigo con la mirada. Inspector Gibbs, cuídeme esta panda. Tomás, no busque en las esquinas más. Imposible olvidarte, Ela. Hasta pronto chica que hablas con el alma. Pedro y Luis, con la vida por delante. Vuela, querido Héctor. Queridos todos. Hasta luego.
Y recosté la espalda contra la madera de la pared. Me mordí el labio inferior. Cerré los ojos.
El mundo es vuestro, chicos. Pensé con satisfacción. Abrí los ojos y regresé al baúl. Lo miré un momento cavilando cualquier cosa antes de entrar. Y entré. Bajé la tapa. Y me dormí. Feliz. Como un sueño.

Isabel Laso — Úna Fingal

Dedicado con afecto y admiración a los escritores que he tenido el placer de conocer en este taller. Agripino Matesanz, Ángeles Bosch, Carlos Segovia, Efraim Suárez, Herminia Meoro, Javier Trescuadras, Mª Isabel Rodríguez Fuertes, Miguel Hernández García y Miguel Martínez Larráyoz.

Una parte de mí ha quedado cautiva de vuestras artes. Nos veremos a través de la ventana y entre papeles.


Barcelona, 2 de septiembre de 2013
                                                                           








viernes, julio 05, 2013

La hormiga y el elefante ....................................................... _Narrativa_

La hormiga y el elefante

Una vez había una hormiga hablándole a un elefante que no la escuchaba.

—Soy muy feliz —empezó— soy muy feliz. Bueno, en realidad fui muy feliz... A quién quiero engañar. Una vez fui muy feliz pero ahora ya ni me acuerdo. La verdad es que yo había nacido dotada para serlo, por naturaleza. Era brillante y siempre estaba sonriendo. Todos decían que una llamarada de luz se desprendía de mi mirada y que siempre todo el mundo se sentía arrebatado junto a mí. Lo ignoraba yo, ignorante, ignorante, ignorante, ingenua, incauta. Solo me dedicaba a trabajar y a contribuir a que el hormiguero prosperase, no me importaba nada salvo que la reina estuviese orgullosa de mí que para eso me trajo al mundo. Algunas hermanas, tías y primas parecía que me tenían envidia, pero yo no me daba cuenta. En cambio, los soldados siempre me amaban, y yo que no me enteraba.
   Hoy en día lo sé todo. Entonces no. Y supongo que por eso ocurrió. La reina se debilitó, un ataque de locura, nunca lo comprenderé. Dijo que yo era mala y que no servía para sus cometidos. Las envidiosas se aprovecharon y en vez de hacerle ver lo equivocada que estaba se confabularon con ella y contra mí, le siguieron la corriente como mayordomas, acaso fuesen tan débiles como ella, encizañaron. Fui calumniada junto a  alguno de mis soldados adeptos. Y fuimos expulsados del hormiguero. Algunos prefirieron callar aún sabiendo lo inhormigable de la cuestión, algo parecido a un magnicidio. ¿Cobardía? Seguramente sí. ¿Egoísmo? También.
   Yo he guardado silencio muchos años. Defendiendo que quien calla NO otorga, sino que es protector de un vínculo al que amó una vez mucho.
   Se ve que eso jamás existió de modo bilateral, y tomar conciencia es muy duro. Así lo sostienen los entendidos, y aseveran, y recomiendan, y prescriben, que hay que levantar cabeza, y enfrentarse al trauma para cerrar capítulo y poder seguir adelante.
   Yo no sé de esas cosas porque solo soy una hormiga muy trabajadora. Y más que por mí por mi hormiguero. Tengo el mío. Debería ser muy feliz. Aunque por lo menos tengo paz. Ya que mi conciencia está muy tranquila. La paz llena todo mi ser, porque mis soldados y yo somos capaces de amar. Y siempre hemos sido y seguimos y seguiremos siendo buenos.

  Entonces el elefante, cansado, se movió para darse la vuelta e irse. Levantó la pata y aplastó a la hormiga.
   O... Acaso la hormiga logró escapar sin que nadie lo viese, ni a nadie le importase. Nunca se sabrá. 







Licencia Creative Commons
Isabel Laso se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

martes, abril 02, 2013

Volver a la Primitiva Regla.............................................._Narrativa_ / _Nuevo Poemario_

Volver a la Primitiva Regla es una necesidad. Como Santa Teresa de Jesús. Pero sin ánimo de reformar nada.
La necesidad del uso del Scriptorium es imperiosa. Tinta, pluma, papel que rasgar, y dejar un rastro luminoso e iluminado...
Tal empresa gustará de ausencia personal de la carne y demás, más los medios de la modernidad, donde las redes se convierten en auténticas trampas, sabrán comprender al pez que se escapa. 
Pues es cómo ha sido igual durante los milenios que, atrapados tan solo aguardan, los ingenuos, hasta su hora final, donde habrán de ser servidos en el plato de la concupiscencia fatal.
Entre tanto
y recluida en el Monasterio de las Sagradas Letras escritas en soledad, habré de ser feliz, hablándole a la luz que se refleja en las piedras milenarias. Sabiendo que la caverna existe. Sabiendo que fuera el mundo debe seguir. Sabiendo que dentro otros mundos han de fluir.
Amigos los habrá que vendrán a verme, tal vez, y a través de la celosía sin entornar sabrán que pueden escuchar las confidencias tanto tiempo calladas sobre asuntos que a otros nos les habrán importado jamás nada...

Narrativa. "Te Olvidaré"


jueves, enero 31, 2013

"Antigua Luz"···········································_Club de Lectura_

 Antigua Luz Ancient Light
de John Banville.






Título: Antigua Luz
Autor: John Banville
Editorial: Alfaguara. Madrid. 2012. 
PP: 304
ISBN: 9788420402796 
Traducción: Damià Alou
Puedes comprarlo en:
Corte Inglés

Antigua Luz es un poema, donde la narración de los hechos que mueven al propio protagonista al recuerdo se suspenden en la belleza. Un recuerdo de esa belleza donde el continuo espacio - tiempo siempre es el momento presente. 
Por más que se esfuerce el narrador, en buscar algún punto sórdido o acontecimiento grosero, siempre consigue sacarlo a la luz de un modo hermoso.
Es un contraste con el que juega a gusto, John Banville. 
Creo de verdad que ama lo hermoso y a pesar de que se esfuerza en buscar el pesimismo siempre acaba hallando lo trascendental. Se esfuerza en una narrativa muy literaria, plena de un léxico rico en grandeza, pues huye de lo ordinario. Nada se resiente por ello, al contrario lo engrandece. 
Como digo todos los elementos de la novela salen ganando, la acción, las descripciones, los diálogos, la película entera, desfila ante nuestros asombrados ojos.
Creo de verdad que le gustan las cosas antiguas, sobre todo las palabras. Porque quizá le acerquen a aquél paraíso perdido de la adolescencia.
Creo de verdad que es muy sincero en la ficción del relato. Hasta el punto en que ésta se evapora y resulta inquietante en muchos momentos.
Entrar en la mente de alguien es un privilegio y cómo el autor nos mete en la de Alexander Clave es para disfrutar. 
A veces no sabe uno si le gusta lo que está leyendo, pero cuando ha acabado de leerlo, necesita pensar en ello y luego pasar al siguiente capítulo, porque queda un sabor redulce, en absoluto amargo, por mayor que sea la amargura del episodio.
Creo que Banville es un maestro. Y es un gran placer llegar a degustar sus dos personalidades literarias.
En verdad creo que merece el Premio Nobel de Literatura, que según la crítica se le está resistiendo vaya usted a saber por qué.

Sinopsis:

Billy Gray era mi mejor amigo y me enamoré de su madre. Puede que amor sea una palabra demasiado fuerte, pero no conozco ninguna más suave que pueda aplicarse.
Alexander Clave es un viejo actor de teatro que recuerda su fugaz e intenso primer amor. Un rodaje cinematográfico le llevará a intimar con una joven y popular actriz cuya vida se ha asomado al abismo y al inesperado hallazgo de respuestas acerca del destino final de las mujeres que marcaron a fuego su vida.

En busca de April



jueves, diciembre 20, 2012

"Te olvidaré"···········································_Poesía_ / _Narrativa_

Te olvidaré igual que te encontré,
sin querer.
Te di mi corazón
y lo rompiste una y otra vez.
Hoy la decepción llena cada trozo
y mi sonrisa es un triste esbozo,
al recordar lo que pudo ser.
                                        Poesía
                                        20.12.12

"Refugiándome en la poesía,
me siento mejor cada día".

Confieso realismo, pero no hasta el punto de que el poema esté dedicado a una pareja. Porque la mía es maravillosa. Es otro tipo de amor, imposible. Insisto, no de pareja. 
Viene a ser a partes iguales, la introducción antes del prólogo de un nuevo conjunto de relatos, que van a ir apareciendo aquí primero. Y también forma parte de un poemario en desarrollo.


Poética anterior en:

Narrativa anterior en:


Licencia Creative Commons
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lunes, febrero 20, 2012

"Cuando me miro en el espejo". Novela de Susana Ross

Cuando me miro en el espejo
Susana Ross

Editorial: GRUP LOBHER
Nº de páginas: 400 págs. 
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788493879938
Año edición: 2011
Novela en Casa del Libro


Reseña:


Recientemente he tenido la fortuna de leer esta novela. No es fácil escribir con la valentía y el arrojo de Susana. Sacando de dentro a fuera diversidad de emociones y sentires, vividos o comprendidos, producto de la experiencia o la empatía y por encima de todo capaces de provocar en el lector una vivencia, propia siendo ajena.
A esta capacidad yo la llamo escritor. Susana Ross es una escritora que por su formación y dedicación como actriz y guionista logra que su historia sea una interpretación universal.
La historia de Sandra narrada en primera persona es más que conmovedora, un impacto, una sacudida sensorial de larga duración. Porque es la historia del sufrimiento y la regeneración constantes, esa capacidad para sobrevivir en la nada. Una nada y un vacío provocados por algo peor que el desamor y el desafecto, el maltrato. 
El dolor y el desgarro del alma son descritos por Susana, con maestría.
Es ésta pues, una lectura recomendada vivamente a todo ser humano, porque desde el fondo del peor rompimiento emerge constructiva, y resulta una lección de supervivencia emocional.


Sinopsis: 


La vida de Sandra nunca fue fácil. Demasiadas veces el tormento divagó entre su pasado, a hurtadillas, tejiendo un futuro repleto de ensoñaciones imposibles. Nadie le dijo que necesitaría toda una vida para poder verse reflejada en su alma, frente a un espejo.
Un suicidio frustrado, la pérdida de un hijo, maltrato, prostitución, drogas… Cuando me miro en el espejo es la trágica historia de la pasión, una alegoría al amor de madre, una constante lucha por la supervivencia, un viaje al interior del ser humano… un canto a la esperanza.
A pesar de ser una obra de ficción, está basada en hechos reales.




LA AUTORA:

SUSANA ROSS, nace en Madrid. Desde muy joven empezó a escribir obras de teatro, pequeños cuentos, y poesías, con las que llegó a ganar varios concursos.
Siguiendo su exacerbado impulso artístico, a la edad de 15 años comenzó a cantar en un grupo musical, en el cual se encargaba también de ponerle letra a las canciones. Con 26 años centró su carrera como actriz, y guionista, cursando sus estudios en Madrid y Londres, donde ha residido sus últimos cuatro años.
Su primer guión de cortometraje “Sueño de una mujer despierta” ha sido preseleccionado para los Óscar, y ha ganado decenas de premios nacionales, e internacionales.
Actualmente está totalmente centrada en terminar su segunda novela de ficción, con la que espera sorprender a los lectores de todo el mundo.
Grup Lobher Editorial se siente orgulloso de presentar su ópera prima, “Cuando me miro en el espejo”, que pretende ser el deleite de todo tipo de lectores, por su originalidad y mensaje.


martes, octubre 16, 2007

"Condemna". Relato de Isabel Laso.


Aquell grup de comdemnats portava hores tancat. Esperant. El moment. Que el primer sortís, per a no tornar mai. Més. Tots sabien la seva sort. Tots la mateixa. Potser algú rebria la gràcia a l’últim moment. Estúpida i fútil esperança. Ho sabien. Els vint ho sabien. Però no ho volien reconèixer. Sí, feia massa hores que estaven allà tancats. Tantes que gairebé tots havien perdut la noció del temps, no sabien si era de dia, de nit, de matinada... Tot era fosc, la manca d’espai resultava ofegant. Incomunicats, i pensant tots en la bella vida que havien deixat enrera... Aturada i manllevada ara en aquell sinistre habitacle, havien arribat a un punt d’irritabilitat que llevava la seva espontaneïtat cap a quimèriques grolleries i refinades venjances. Ningú parlava. I l’únic so que els acompanyava era el d’un decadent i insuportable tic – tac, d’algun rellotge llunyà.
Algú va fer una broma sense sentit “qui vol fer una porra? El botxí serà home o dona?”, sonà massa sarcàstica la veu com perquè no esclatés al moment un batibull incontrolat de protestes irades. “Vols callar, cabestre” li etzibà un altre veu, eixuta, desagradable.
En aquell moment va aparèixer una llum encegadora. Algú havia obert la portella del sostre. Tothom va restar immòbil, sense respirar. Un aire gèlid els havia travessat i se n'havia apoderat de tots i cadascun... Palplantats es resistien a separar-se. Finalment van cedir a la pressió, i impotents, atordits i aterrits contemplaren com un d’ells era estirat sense contemplacions i elevat per damunt de la seva alçada fins la portella. Maleïda. I, com després, desapareixia sense remeï cap el blau del que imaginaven un cel radiant...
I la foscor de nou.
En acabat, van sentir un macabre “clic” a fora. I això va ser tot. Després aquella flaire inconfusible a tabac cremat. Repugnant. Germà sacrificat en una sentència absurda.
Ni un crit, ni una queixa... Però el company es consumia en sa agonia feia estona, ho sabien. No podien dir res.
Ara eren dinou. Dinou quedaven que no sabien qui seria el proper en caminar cap el cadafal en compliment de la seva condemna.
(c) Isabel Laso.
Edit. RC Relats en Català. Barcelona. 2008.